Se me imponen, las deseo, las comparto. Imágenes de Paris, casi obsesivamente, van rehaciendo una cartografía propia y ajena.
Me pierdo en esas calles, en esos puentes. Prefiero perderme por allí mas que dejar salir lo triste en mi, el dolor por la injusticia.
Tampoco puedo fijar la alegría, la ascención de la pasión, los laberintos del deseo. Too much personal, me digo. Y me respondo: pa qué un blog entonces.
Un blog para desnudar lo que quiero desnudar. Nunca pude ser exhibicionista. tampoco lo quise ser. Salvo aquellos años de juventud cuando hice mi salida del closet y andaba diciendo, a quien quisiera escuchar y a quien no también, que era lesbiana y lesbiana feminista. Y allí venían las preguntas y salía entonces a hablar de Adrienne Rich, Diana Bellessi, mi propia poesía en sus principios. Podemos llamarlo exhibicionismo militante. Eso es todo.
Las palabras en el puente me están costando, quizá porque sospecho de las miradas que me leen. Quizá por pereza, o por cansancio.
1 comentario:
Algunas veces hasta los más bravíos como tú, están algo cansados.... Y cuando laa energías vuelven, arremeten ligeros
y frescos...
Un muy cálido saludo.
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